martes, 24 de mayo de 2011

El Coaching, marco de referencia

A finales del siglo XX nace la práctica del coaching, en Estados Unidos. Es una herramienta utilizada en la capacitación de recursos humanos.
Se nutre de varias fuentes diversas, amalgamadas en un sitema o filosofía que integra aportes distintos provenientes de diferentes áreas de conocimiento.
Si bien la primera experiencia se la relaciona con el deporte y el trabajo de Tim Gallwey, es un camino de reflexión que concentra aportes distintos y pronto se despega del mundo deportivo.
Desde la psicología se traen distinciones aportadas por el psicologo alemán Kurt Lewin fundador de la psicología social moderna. Dentro de este encuadre se ubica la escuela de la Gestalt. Karl Roger y su terapia centrada en el cliente o psicología personalista nos enseña que el cliente es la clave para plantear cualquier modificación. Es la persona la que descubre y decide que cambiar y en que tiempos hacerlo. Las Teorías Evolutivas de Jean Piaget. El psicologo humanista Abraham Maslow y su teoría de las motivaciones humanas. Frank Barron con su teoría de la creatividad y personalidad.  La creatividad y capacidad de observación del lenguaje no verbal desarrollada en su terapia por Milton Erickson.
En el campo de la filosofía y recursos humanos, Jay Ogilvy y su visión del mundo en cambio. el ya citado Tim Gallewey y su libro pionero "The Inner Game", El Juego Interior. Es considerado el padre del coaching moderno.  En américa latina destacan en sus reflexiones pioneras Fernando Flores, Rafael Echeverría, Julio OlayaHumberto  Maturana. 
Esto se da como consecuencia de un movimiento histórico. En el renacimiento (1400-1500) se inicia un proceso de diferenciación de los saberes. La ciencia y el arte se separan de la religión. La teología deja de ser el criterio de verdad dominante. Los ambitos de verdad se dividen y la ciencia se queda conla verdad objetiva, dejando la verdad subjetiva al arte y la verdad ética a la religión. Esto posibilita el progreso y la libertad de los estudios y el avance científico y artístico. Lolamentables es que se deja el mundo de los valores marginado de este camino de desarrollo de la ciencia y la tecnología emergentes.
En respuesta a esta deriva histórica a finales del siglo XX, marcado por las grandes guerras mundiales y sus consecuencias de dolor y muerte, surge el post-modernismo.
Tres grandes paradigmas encuadran al Coaching hijo de ésta época:
  • El Constructivismo: la realidad es una interpretación, no es algo que nos viene dado por lo externo, es una construcción del sujeto. 
  • El Contextualismo: Los significados que le damos a las cosas tienen relación con el contexto. Los seres humanos vivimos rodeados de supuestos, de metadiscursos, que nos dan un marco de significación. Toda verdad es relativa de acuerdo al contexto en que se halla. Por esto el análisis del discurso es fundamental para descubrir la mejor forma de interactuar con el mundo.
  • el Multiperspectivismo: el conocer no privilegia ninguna visión particular, hay muchas maneras de percibir y de conocer. Es interesante el aporte de Maturana sobre la biología del conocer. Conocemos atraves de los sentidos, pero estos son un sistema cerrado, dan cuenta del interior de la persona, no de la realidad exterior.
El coaching adhiere a estos modelos de comprensión y elabora una tecnología conversacional. Rafael Echeverría la llama "Ontología del Lenguaje".

Seguramente quedan inquietudes despiertas, me parece genial, los que deseen busquen, hay mucho material disponible. Nadie es dueño de "la verdad", esta será una construcción personal, una tarea para dar sentido a nuestra existencia. si esta reflexión sirve para motivar la búsqueda cumplió su misión.
Seguramente  luego seguiremos compartiendo estos temas.

martes, 10 de mayo de 2011

Para repensar el Problema del Mal

Repensar el mal

La existencia del mal es un problema que se han planteado los grandes pensadores, aunque ninguno lo ha resuelto satisfactoriamente; y ciertamente no será este artículo el que lo resuelva, pero algunos no podemos renunciar a acotarlo a nuestra medida y  adoptar una actitud razonada.

          Andrés Torres Queiruga es un filósofo y teólogo comprometido con la realidad y viene repensándolo desde hace muchos años. Ahora ha expresado su respuesta en un libro –Repensar el mal editado por Trotta, y en una entrevista con José Manuel Vidal, publicada en Religión digital en el pasado mes de abril. A su sombra, me permito reflexionar en voz alta.

          Si nos remontamos a la gran contradicción que platea el problema del mal, no podemos eludir el célebre dilema de Epicuro: si Dios quiere evitar el mal y no puede, no es omnipotente; y si puede y no quiere, no es bueno. Es un dilema con trampa. No podemos esperar que nadie, ni Dios, haga lo imposible. Para hacer sentir esta imposibilidad, Torres Queiruga suele decir que va a dividir la clase en tres mitades; naturalmente los alumnos le reprochan la contradicción.
          Evitar el mal es imposible, es una contradicción. El mal es el correlato de la finitud –limitación, contingencia, imperfección– de la creación. Dios no puede crear otro ser absoluto, infinito; si crea algo, tiene que ser limitado y por tanto imperfecto, temporal, inconsistente en sí mismo. Lo dijo Spinoza “toda determinación es una negación”. Si eres hombre, no puedes ser mujer, aunque ambas cosas sean valores estupendos.
          Otros autores dicen que el mal es inherente a la evolución. Al ir evolucionando, vamos superando dolorosas carencias. Es otra manera de decir que somos limitados, y sufrimos más por ser conscientes de nuestras limitaciones.
          Aquí entra también la consideración de nuestra responsabilidad. El mal que mayor horror nos causa no es el mal físico, o los desastres de la naturaleza. El mal más hiriente es la muerte de inocentes por hambre, guerras, explotación. Este es un mal que no queremos remediar, porque exigiría una disminución de nuestros privilegios. ¿Dónde estaba Dios en Auschwitz, o en el Congo, en Sudán…? Y ¿dónde estábamos y estamos nosotros ahora?
          ¿Valía la pena crear un mundo imperfecto, sometido necesariamente a dolorosas carencias? Torres Queiruga pone el ejemplo de los padres. Sabemos que nuestros hijos van a sufrir enfermedades, limitaciones y riesgos; sin embargo hay un consenso universal en engendrar hijos por amor. El amor y la vida superan esos dolores y esos riesgos.
           La principal característica del Dios de Jesús es el amor. Para la cultura grecorromana, la principal característica de los dioses era el poder; y el dios supremo tenía que ser omnipotente. En el Nuevo Testamento, el adjetivo omnipotente sólo aparece en el Apocalipsis; pero este adjetivo se ha colado en nuestro credo, poco más o menos con el mismo derecho que Poncio Pilatos.
           En este punto meto yo mi cuña y añado. Dios es amor y nos ha creado porque nos ama y para que le amemos. El dolor que conlleva nuestra limitación pertenece a la realidad presente. La verdadera realidad –la que intuyeron los místicos, la que Jesús describió como el abrazo del Padre o el banquete del Reino– es participación del Ser mismo de Dios, y ahí no habrá limitaciones ni lágrimas.
          Algunos me reprocharán que apele a una realidad que no conocemos, pero ¿acaso conocemos el mundo en el que vivimos? Los científicos cada vez descubren nuevas interpretaciones y desechan las antiguas. Si el origen de este mundo tangible todavía no tiene explicación, ¿la va a tener el problema intangible del mal? ¿Es descabellado buscar la explicación en otra realidad de la que dan fe los místicos de todos los tiempos y de todas las culturas? ¿Nos cerramos la puerta con el orgullo de la diosa razón?
          Quizás el secreto de nuestra incomprensión del problema del mal esté en que adoptamos un punto de vista a la medida de nuestra perspectiva humana, no según la perspectiva de Dios. Pedimos explicaciones a Dios democráticamente, preguntándole de tú a tú; olvidamos que Dios y sus proyectos están muy por encima de nuestra capacidad intelectual.
          Dios sí nos ha dejado un vislumbre de comprensión, pero es mediante nuestra capacidad de amar. El amor es lo más auténtico de nuestro ser, porque el amor es la participación del verdadero Ser –de la verdadera realidad- porque Dios es amor.
          Jesús estaba identificado con el Padre y aun así reconoció la limitación de sus conocimientos; respetó su misterio. Sólo al Padre está reservado conocer el último día, atribuir un puesto a su lado, revelarse a los pequeños. El misterio del Padre se hizo más espeso cuando Jesús se sintió abandonado en el momento de su muerte, sin que el Padre enviara una legión de ángeles –o a un Nicodemo- para bajarle de la cruz o para instaurar el Reino, que él había anunciado en su nombre como Mesías.
          Espero que no hayáis quedado satisfechos con estas explicaciones. A mí tampoco me satisfacen. Si quedáramos satisfechos sería porque somos poco insensibles al tremendo dolor ajeno, o porque nos habríamos compenetrado con el ser de Dios; y esto último no es de este mundo.
       Me pareció interesante este articulo de la página de Atrio.org. justamente estoy escuchando el tema cantado por Edith Piaf: "Non, rien de rien. Non, je ne regrette rien. Ni le bien qu'on m'a fait, ni le malTout ça m'est bien égal."
Traducido: "
No, no me arrepiento de nada. Ni el bien que me han hecho, ni el mal Todo eso me da lo mismo."
Nos merecemos un replanteo del mal en el la vida y en el mundo. Creo que un planteo integrador de toda la realidad debe darle al mal un lugar dónde se asocie se sume al todo. Seguro será motivo de mucho aprendizaje.

lunes, 2 de mayo de 2011

El coaching para resolver conflictos personales

Me permito comentar un articulo publicado en le Diario Clarín:(Cita:http://www.clarin.com/sociedad/tendencias/impone-personal-resolver-problemas-cotidianos_0_458354191.html)

En el artículo citado se informa sobre del auge de la consulta a profesionales de coaching para resolver situaciones personales de cirisis. "Recién divorciados; aburridos de su trabajo sin saber qué hacer; cansados de no poder encarrilar la relación con sus hijos o familiares. Estos son algunos de los casos típicos que cada vez se ven más en las consultas a profesionales especializados en las técnicas del coaching y la negociación creativa. Dos disciplinas, hasta hace poco, que eran patrimonios exclusivos del ámbito empresario. Con el aumento de la demanda, ahora se impone una nueva tendencia, la de los “personal trainners” que ayudan a resolver los problemas de la vida cotidiana."

Como lo expresa Daniel Rosales, vicepresidente de la Asociación Argentina de Profesionales del Coaching: “El coaching (del verbo to coach en inglés, que significa entrenar) comenzó con énfasis en las empresas, capacitando a gerentes y empleados. Pero ahora se extiende a otras áreas y profesiones. La gente –desde adolescentes a personas mayores– recurre a sus técnicas para enfrentar crisis de pareja, familiares, de trabajo o de vocación”.

Alude El coach citado a la linea profesional que tiene más presencia en nuestro país: “En Argentina se practica el coaching ontológico, que apunta al desarrollo de las relaciones humanas. Y el abordaje no está basado en lo que pasó, no se analizan los por qué, como sucede en las modalidades habituales, sino en lo que la persona quiere que pase: se trabaja para el futuro, en base al lenguaje, las emociones y el cuerpo”.

Esta disciplina desarrolla  conversaciones. Son encuentros de 60 ó 90 minutos, cada 7 ó 15 días, en los cuales la persona explica lo que está buscando y el coach la acompaña para que logre un resultado que sola no puede alcanzar. Cada conversación termina en un plan de acciones concretas; la persona se compromete a hacerlas y regresa para contar cómo le fue.

Un punto interesante de desarrollo son las acciones encaminadas a la negociación. Muchos conflictos nacen de la falta de conocimiento de lo que realmente las partes quieren. Una buena escucha es fundamental para poder negociar, eso lo potencia el uso del coaching como herramienta. Si en lugar de trabajar sobre las posiciones de cada parte se indaga sobre los intereses involucrados, seguro la resolución de la negociación redundará en mayores beneficios para cada parte.

Será hora de probar esta nueva herramienta para acercar a las personas una forma de vida más sana y equilibrada, minimizando los conflictos y disolviendo los focos de crisis que siempre resultan en mayor crecimiento y madurez cuando son trabajados.

Que es el COACHING

EL COACHING es una disciplina nueva que nos acerca al logro de objetivos, permitiéndonos desarrollarnos personal y profesionalmente.
Permite adquirir las habilidades que permiten pensar diferente,  mejorar las comunicaciones que se mantienen con los demás y profundizar en uno mismo.
Se podría decir que el coaching es el arte de trabajar de manera que los demás obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su actuación y su forma de vida. Es una actividad que genera nuevas posibilidades para la acción y permite resultados y cambios extraordinarios.
Hay diferentes enfoques profesionales y normalmente se dividen en varias áreas de trabajo:

COACHING PERSONAL (LIFE COACHING)
Trabaja sobre los objetivos personales. Y estos siempre serán diferentes según cada persona.
·         Estos objetivos pueden ser: Renovar mi proyecto de vida, replantear la forma en que me veo y proyecto, terminar una relación, una carrera, un proyecto. Realizar algo que me gusta, desarrollar una habilidad, mejorar mi estilo de vida, dieta ejercicios. Mejorar mi planificación del tiempo, de la economía, etc.

Puede desarrollarse en varios ámbitos: personal, situaciones de crisis, laborales, de parejas, económico, emocional, motivacional, etc.

COACHING EJECUTIVO (EXECUTIVE COACHING)
Trabajar con las organizaciones: empresas, instituciones, grupos pero desde el punto de vista del liderazgo, de la dirección y gestión de recursos humanos. La superación de obstáculos en el gerenciamiento.
Descubrir la cultura y estilo de la organización para gestionarla de manera más efectiva.
Además del desarrollo personal de los directivos y gerentes.
Una de las herramientas fundamentales es la Construcción de equipos (Team Building)

 COACHING EMPRESARIAL (CORPORATE COACHING)
Trabaja con objetivos de desarrollo de las organizaciones mirando a la gestión de los recursos humanos, de la agenda de tiempos y procesos, las motivaciones de los miembros de la organización. Las metas internas y externas (relaciones interpersonales, clima de trabajo, ventas, comunicación, mercadeo, etc) Los desafíos ante los cambios. Administrar los procesos de aprendizaje y liderazgo en la organización.