viernes, 1 de abril de 2011

CABEZA O CORAZÓN

Vale la pena reflexionar un poco a la hora de valorar la cabeza y el corazón. No estoy hablando del organo que bombea la sangre por todo el organísmo que desde ya es muy importante. Sino del corazón como centro de la persona individual. Me parece valida la siguiente metáfora que hubica cada una de estas realidades personales en su lugar:  
El cerebro, en un universo equilibrado, no se utiliza para pensar o deliberar sobre los resultados posibles. Es simplemente una “oficina de correspondencia”, diseñada para entregar “memorandos internos de la compañía” a los distintos departamentos de nuestro sistema corporativo anatómico.

Cuando este universo se inclinó enormemente hacia el paradigma de la dominación masculina, el “empleado de correspondencia” decidió comenzar a abrir el correo y a pretender que dirigía la compañía. Pretender es todo lo que el “empleado de correspondencia” podrá hacer alguna vez.

El cerebro NUNCA podrá funcionar lo suficientemente rápido como para operar en un universo que modula por encima del nivel de la materia física. Por eso hemos estado atascados aquí. ¿Alguna vez tratas de meditar? ¿Qué le pasa a tu mente? ¿Tienes “cerebro de mono”? ¿Tienes una “charla” mental incesante que te impide “volar”? Esos son los resultados inevitables de la preponderancia del cerebro.

El centro del corazón no procesa. Es el centro que es sabio que intuye, que ama.
Dirigir tu vida desde tu corazón en lugar de tu cerebro, es la diferencia entre escribir normalmente y usar la taquigrafía. En la taquigrafía, un símbolo puede reemplazar a toda una oración.
El corazón lo sabe, el cerebro no.
Jejeje quién es el dueño del kiosco... le dejamos a la cabeza que lo piense.... pensamos tal vez que la mente lo es. O dejamos al corazón realizar su trabajo y permitirnos ascender. En tu corazón está la decisión.

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